Tienes razón,, no soy perfecta.

Es cierto; no lo soy. No voy al gimnasio todos los días para tener el típico cuerpo 10 de supermodelos. No compro ropa de marca,, estilo Dolce & Gabbana o Calvin Klein. No miro las etiquetas de la comida para saber cuántos quilos voy a engordar,, ni tampoco me paso todas las tardes viendo telenovelas. No me ducho cuatro veces al día,, ni tampoco voy tres veces al mes a la peluquería para tener una super melena. No compro móviles de última generación,, ni tampoco verás una cadena de oro macizo por mis complementos. Tampoco es que tenga una mansión de casa,, ni cuarenta criados. No me leo las distintas acepciones de las palabras vulgares para tener un vocabulario más refinado; si me pareces una fulana,, te llamaré zorra. No salgo de casa con unas Ray Ban,, ni tampoco con un chaquetón de piel de bisonte. Tampoco compro cada fragancia que fabrica Agatha Ruíz de la Prada. No pinto las uñas de color rosa con estrellitas,, ni tampoco pongo vestidos cada día de mi vida. Simplemente me conformo con unas All Star negras,, un pantalón largo pitillo de cualquier color primario,, una camiseta poco ajustada con un cómico dibujo y una muñequera de cuadros. Soy de esas personas simples y especiales,, de las que nunca te dirán que se cree la PERFECCIÓN.